Cuántas veces nos habrá llegado una nota del colegio de nuestro hijo
pidiendo que revisemos la cabeza del mismo en busca de piojos y
liendres (huevos) para evitar contagiar al resto de alumnos de la
clase...
Casi nunca o nunca sucede nada y nuestro hijo está limpio de estos inmundos y aprovechados bichos.
Pues en alguna de esas ocasiones resulta que es verdad y trae del colegio "amiguitos" indeseados.
Estas fotos son reales de uno de las decenas de
piojos y el huevo del que salió.
El artrópodo en cuestión parece tener seis patas terminadas en unos impresionantes ganchos.
La cabeza presenta una especie de antenas y si os fijáis, en el centro se observa la "trompa" por donde nos succionan la sangre.
"Desafortunadamente" a este especímen, el más pequeño que encontramos, no había empezado a "comer" y no se observa el estómago hinchado.
Si no, su tamaño sería más de diez veces superior,pudiendo observarse a simple vista. El de la imágen puede estar entorno a 0,5 mm.
El peludo "amigo" además de estas enormes garras tiene en cada pata un
espolón como se observa en las fotos, con lo que desprenderse de estos
animales resulta enormemente difícil.
En esta imagen, en el centro, se observa el orificio por donde el "visitante" expulsa los huevos, que se cuentan por decenas.
Una "bella" imagen de la liendre completa en donde se observa por donde ha salido el piojo en la parte derecha.
A la izquierda el trozo de pelo que hay que arrancar para poder desprender el huevo, que está literalmente pegado con una sustancia resinosa.